Reducción o remoción de bacterias alterantes de los alimentos
Los filtros de membrana finales, que se utilizan para reducir o eliminar las bacterias que deterioran los alimentos, están hechos de membranas y se asocian con un valor de prueba de integridad específico.
Aunque las membranas de filtro con frecuencia se consideran simples tamices o pantallas, en realidad son matrices complejas que crean vías complicadas y difíciles a fin de atrapar a las partículas o a las bacterias o microorganismos alterantes. En términos sencillos, bajo un microscopio, en lugar de parecerse a una malla, una membrana de reducción de bacterias alterantes se parece más a una esponja.
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Alimentos y Bebidas
¿Cómo se determinan las capacidades de remoción de bacterias alterantes de un filtro?
Generalmente, llevando a cabo una prueba de desafío bacteriano. Una prueba de desafío bacteriano es el proceso de validar un filtro de membrana final. Es una prueba que esencialmente expone el conjunto de filtro de membrana final a una suspensión conocida de un microorganismo modelo (que se parece a las bacterias alterantes de los alimentos frecuentes).
Algunos de los microorganismos típicos que se usan en una prueba de desafío bacteriano para el mercado de los alimentos y bebidas son:
La calificación de eliminación microbiana de un filtro de membrana final está relacionada con la sección transversal promedio del microorganismo con el que se enfrenta.
Los filtros se califican en condiciones controladas con organismos modelo
- Se bombea una cantidad conocida de microorganismos, en una solución, a través de un filtro de membrana.
- Después de que la solución pasa por el filtro de membrana, se junta una muestra en un disco o una membrana de análisis.
- Luego se registra la cantidad de colonias en el disco de análisis.
- Por último se compara la cantidad de microorganismos, antes y después de la filtración, y los resultados pueden expresarse usando la siguiente terminología:
a. Reducción de concentración = Cantidad de microorganismos antes de la filtración, dividida por la cantidad de microorganismos después de la filtración
b. Valor de reducción logarítmica = Se trata de una conversión matemática (de un número más complejo a un número más sencillo) de la reducción de concentración.
c. Eficiencia de remoción microbiana = qué porcentaje de todos los microorganismos que pasan por la membrana se retendrán (o filtrarán)
d. Probabilidad = Cuáles son las probabilidades de que una célula del microorganismo modelo pase por la membrana (o no se filtre)
Todas las expresiones anteriores se usan para describir la eficiencia con la que un filtro de membrana final remueve un microorganismo específico, o una bacteria alterante de los alimentos, de una solución. Todas significan lo mismo, pero se expresan de manera diferente.
Por ejemplo, si un filtro de membrana final se describe con las siguientes expresiones, puede interpretarse en “lenguaje común” de la siguiente manera:
¿Qué significa esto para usted, como procesador de alimentos y bebidas, y para sus clientes?
Significa que, cuando quiera comprar un filtro de membrana final para ayudarle a controlar y remover bacterias alterantes de los alimentos en su producto, puede comparar los filtros del mercado en base a sus capacidades de retención; independientemente de cómo se comuniquen o informen. Es una manera de comparar elementos similares. Esto es muy importante porque las diferencias en la retención bacteriana pueden ser significativas, incluso si a primera vista no lo parece.
Por ejemplo, digamos que está comparando los filtros de membrana final X e Y. Supongamos que todas las características de X e Y son exactamente iguales, excepto su valor de reducción logarítmica. El filtro X dice tener una retención bacteriana alterante expresada como LRV5, en comparación con la del filtro Y, LRV8.
La pregunta que debe hacerse es: ¿esto es significativo? Traduzcamos la información de retención bacteriana a términos más simples:
Desde una perspectiva de la seguridad de los alimentos, lo anterior significa que la contaminación usando el filtro X (0,001 % de probabilidades de contaminación) es 1000 veces más probable que si usa el filtro Y (0,000001 % de probabilidades de contaminación).
Si simplificamos más todavía esta comparación, supongamos que si llena un millón de botellas de su cerveza más vendida después de filtrarla con el filtro X, 1000 de ellas mostrarán contaminación por alterantes.
Mientras que, si llena el mismo millón de botellas del mismo producto después de filtrarlo con el filtro Y, solo 1 botella presentará contaminación.
Los filtros de membrana pueden proporcionar reducción microbiana o proporcionar efluentes estériles, según los requisitos y la aplicación del cliente.
El objetivo principal de un filtro de retención microbiana, también conocido como filtro de membrana final, es reducir o eliminar la presencia de determinado microorganismo que puede estar presente en el efluente de un producto; los más importantes para la industria de los alimentos son las bacterias alterantes.
No hacerlo puede resultar en el deterioro del producto final, reduciendo así su vida útil declarada, provocando quejas de los consumidores o incluso costosas retiradas.
Entonces, ¿cómo sabe si un filtro está funcionando como corresponde? Puede determinar la eficacia actual de un filtro llevando a cabo una prueba de identidad con un dispositivo de prueba de integridad, como un Compact Touch de Pall.